A las 14 horas del día 3 de marzo de 2009 se derrumbó de forma imprevista el edificio del Archivo Histórico de la ciudad de Colonia (Stadtarchiv Köln). Minutos antes de esa hora trabajadores del túnel del metro entraron rápidamente en el Archivo y avisaron a los archiveros del peligro que se avecinaba gritando:
– ¡Salid fuera¡ ¡Todos a la calle!
Rápidamente el edificio fue desalojado y algunos de los documentos más valiosos puestos a salvo. Minutos más tarde el edificio se derrumbó, y desapareció tragado por la tierra. En su lugar solo quedó un montón de escombros, entre los que se podían reconocer estanterías de libros y documentos junto con trozos de ladrillos y cemento.
Dos vecinos, que vivían en unas casas que colindaban con el edificio del Archivo, perdieron la vida entre los escombros de sus viviendas. Se abrió una grieta en la calle de más de 70 metros de largo que engulló al edificio. Algunos vecinos pensaron inicialmente en un terremoto como el causante de la caída. Pero rápidamente se supo que la causa del derrumbe del edificio fue algún problema en la construcción de la línea de metro bajo la calle Severin de la ciudad alemana de Colonia.
El Archivo de la ciudad de Colonia tenía grandes cantidades de documentos históricos, y se consideraba uno de los más seguros de Alemania. Había sido construido en los años 50 y en él se guardaban numerosos documentos de enorme valor, desde pergaminos medievales hasta documentos actuales. Muchos de ellos se han perdido definitivamente, pero otros se lograron recuperar a través de una costosísima operación de protección y salvamento. Una vez comprobada la enorme cantidad de materiales históricos enterrados en la gigantesca montaña de escombros, que era en lo que se había convertido el Archivo, se construyó rápidamente un inmenso tejado provisional que cubrió todo el área, a fin de proteger el papel de su mayor enemigo: la humedad de las lluvias. Con enorme cuidado se sacaron todos los escombros y se recuperó el material del archivo, se vació por completo la zona del hundimiento, hasta dejar lo que hoy es visible, un gran cráter.
La línea de metro en construcción, que tiene un trazado de norte a sur, pasando por el centro de la ciudad, a más de 30 metros de profundidad, había tenido numerosos problemas. En años anteriores las obras tuvieron un incremento de los costes exagerado, pues de 950 millones de euros de presupuesto inicial, se produjo un incremento de 320 millones. No es este el problema más pequeño, especialmente después del derrumbe del Archivo.
La torre de la iglesia de San Juan Bautista (St. Johann Baptist Kirche), que se encuentra a más de 200 metros del lugar donde estaba el Archivo de inclinó sensiblemente más de 80 centímetros hace cuatros años y medio, también por causa de las obras del metro. El accidente fue llamado humorísticamente por la gente como “la torre inclinada de Colonia”. La torre fue asegurada con hormigón y soportes de acero, pero el espacio interior de la iglesia, adyacente a la torre, no se puede utilizar desde entonces. Desde hace meses los técnicos de la empresa constructora vigilan atentamente las grietas de la torre y colocan testigos para controlar su evolución. Para muchos la torre inclinada de la iglesia de San Juan Bautista fue la señal de alarma de que algo se estaba haciendo mal, llamada de atención que los responsables políticos y técnicos no quisieron escuchar.
Después del derrumbe del Archivo la sociedad alemana busca al culpable o culpables del desastre. Los trabajadores del Archivo lanzan sus reproches a la empresa constructora del metro. La empresa del metro de Colonia (Die Kölner-Verkehrs-Betriebe, KVB) había encargado dos informes, el Ayuntamiento de Colonia había encargado un tercer informe. Los informes fueron redactados por tres ingenieros independientemente. En los informes se aseguraba que no había ningún riesgo de derrumbe. La empresa del metro KVB pertenece a la ciudad, y la empresa constructora que está haciendo el túnel del metro pertenece a la empresa de transportes KVB.
Se especula que una explicación de la catástrofe está en que había una corriente de agua que a través de una grieta en el terreno inundaba la zona de trabajo del túnel. Para poder avanzar en las labores de la obra se instalaron bombas de agua, para mantener libre de agua la zona. La extracción de ese agua por medio de bombas agrandó la grieta al arrastrar arena y mermó la resistencia del terreno.
Otra teoría es que se colocaron menos arcos de acero de refuerzo de los previstos en el proyecto, de manera que solo se colocaron un 17 % de los arcos necesarios, y que el resto, el 83 % restante fue sustraído de la obra y vendido a un chatarrero.
La comisión que está investigando las causas por orden del Tribunal de Justicia de Colonia ha anunciado sus resultados para el verano de 2012.
El conjunto de las indemnizaciones que debe afrontar el Ayuntamiento de Colonia por la catástrofe del Archivo asciende ya a 1.000 millones de euros. La restauración de los documentos rescatados de los escombros no ha hecho más que empezar. La restauración de los más de 30 kilómetros de estanterías de documentos durará más de 50 años y costará 400 millones de euros. Muchos documentos volverán a las estanterías del archivo, quizás con algún tipo de deterioro. Las vidas humanas y los documentos perdidos no son recuperables.
El ejemplo del Archivo de Colonia es instructivo a la vista del proyecto de aparcamiento subterráneo que tiene el Ayuntamiento de Valladolid a los pies mismos de la torre de la Antigua. Ya vemos que hay cosas que a veces la ingeniería no controla. Una de ellas es el terreno natural. ¿Cómo es la cimentación de la Antigua? ¿Qué tipo de suelo se encuentra bajo la torre? ¿De qué manera afectará a la estabilidad de la torre las obras del aparcamiento con cuatro plantas bajo rasante a pocos metros de la torre? ¿Tendrá la construcción del aparcamiento algún efecto sobre las corrientes subterráneas? ¿Se producirá algún tipo de lavado en el suelo bajo la torre, como se produjo en el caso del Archivo de la ciudad de Colonia? ¿No es una gran irresponsabilidad poner en peligro un monumento como es la Antigua para construir un aparcamiento tan cercano a la torre?
(Información extraída de los periódicos Der Spiegel y Hamburger Abenblatt)