Tema: Cooperación y sostenibilidad
Intervienen: Arquitectos sin fronteras
Presenta y modera: José Luis Sáinz Guerra
La segunda sesión, presentada por Arquitectos sin Fronteras de Castilla y León, tuvo lugar el martes 29 de noviembre de 2011, a las 20,00 horas, en el Café Zorrilla.
La ONG de Arquitectos sin Fronteras de Castilla y León viene trabajando intensamente desde hace más de 15 años en en proyectos de cooperación en países de África y América Latina, como Eritrea, Ruanda, Perú, Bolivia y Nicaragua. Su actividad es muy variada, han participado en la construcción de edificios para diversas comunidades vecinales, aportando sus conocimientos técnicos, han realizado estudios urbanos en barriadas problemáticas, han propuesto la mejora de elementos domésticos, como la cocina Magdalena, entre otros proyectos.
Resumen de la charla:
La intervención de Arquitectos sin Fronteras en el foro de Ciudad Sostenible se inició con la presentación del grupo por parte de José Luis Sainz Guerra, que hizo un breve resumen de la historia de la asociación y sus trabajos más importantes, haciendo hincapié en el voluntariado de esta asociación y en el compromiso desinteresado que representan. La intervención estuvo a cargo de tres de los miembros de la asociación.
¿Qué es Arquitectos Sin Fronteras de Castilla y León? En primer lugar ASFCyL es mucha gente comprometida, que ha ido ampliándose y renovándose a lo largo de los 17 años de la asociación, según la disponibilidad y las circunstancias personales de cada uno de sus miembros. Por ello, en cada época, han sido unos u otros de sus componentes los más activos, de manera que se produce una rotación permanentemente que impide hablar de mayor protagonismo de unos que de otros. El funcionamiento de ASFCYL está siempre vinculado a una asociación local, entidad o grupo humano, que llamamos “contraparte”, y es quien desde el país al que se concede la ayuda realiza la demanda, hace de interlocutor con la población, contrata y controla la obra construida, y que esta se destine finalmente a la actividad prevista en el proyecto de cooperación y desarrollo. La “contraparte” ha sido en numerosas ocasiones un grupo de religiosos o religiosas, algunos de cuyos miembros en el lugar son españoles asentados en el país desde hace muchos años, que poseen un alto conocimiento de las necesidades y posibilidades de la población y que hacen de puente entre ASFCYL y la población beneficiaria.
Los proyectos de ASFCyL han recibido ayudas y subvenciones de la Junta de Castilla y León, la Caixa, la Diputación de Valladolid y el Ayuntamiento de Valladolid, entre otras, y dicha ayuda se ha invertido íntegramente en el país receptor. Las ayudas están siendo reducidas en la actualidad, debido a la crisis, lo que supone un grave problema. Esto está produciendo que ASFCyL amplíe su campo de actuación en Cooperación y Desarrollo, abriéndose más a la investigación y hacia proyectos que, siendo de bajo coste, tengan la mayor incidencia social posible.
Como ejemplo de esta nueva vía de trabajo, la intervención, con el título: “COOPERACIÓN Y SOSTENIBILIDAD”, se centró finalmente en la “COCINA MAGDALENA”, proyecto de aplicación de estos dos campos de trabajo que supone una propuesta de la asociación para mejorar la calidad de vida de las mujeres en el medio rural peruano. Durante los viajes de los miembros de ASFCYL para la identificación, control y evaluación de los Proyectos de Cooperación en Perú, se observó cómo era la cocina en la vivienda tradicional en el norte del país. El fuego abierto se coloca en el suelo, y la mujer de pie o acuclillada, con el niño a la espalda, cocina de manera que el humo se extiende por la habitación. Tradicionalmente no hay chimenea y las cubiertas permeables de paja se han sustituido por las de chapa, por lo que el humo después de saturar la estancia sale a través de las numerosas rendijas de las paredes y de la cubierta. Como consecuencia de este contacto permanente con el humo, las enfermedades respiratorias, oculares y dérmicas son frecuentes en la población. A partir de la cocina Lorena se ensayó un nuevo diseño: la Cocina Magdalena. Realizada de manera sencilla con los recursos disponibles, con el adobe como material principal, a modo de pequeña arquitectura pero que pudiera tener un amplio efecto en la mejora de la “habitabilidad básica”.
El objetivo de mejora es triple:
1. Elevar el fuego para cocinar en posición erguida y por tanto menos expuestos a los humos y relajando la espalda.
2. Buscar una optimización del combustible. No siempre es accesible la madera y con el fuego abierto se disipa el calor.
3. Canalizar al exterior el humo.
Una vez construido un modelo en la localidad de Magdalena y ensayado su funcionamiento, se comprueba que se ha ganado en varios aspectos:
1. Rapidez. El agua hierve antes al tener el calor localizado en la base y no disiparse el fuego.
2. Comodidad, no hay que agacharse, hay sitio para poner las ollas y un espacio bajo la cocina para almacenar la leña.
3. Limpieza, el humo sale por la cubierta, la pared no ennegrece y los pulmones tampoco.
Desde el año 2006, cuando se construyó el primer prototipo en Magdalena, se ha extendido su construcción entre la población de Magdalena y Chachapoyas, en Perú.
Algunos de los proyectos realizados se pudieron examinar en los paneles que ASFCyL había colgado en las paredes del Café Zorrilla.